domingo, 2 de diciembre de 2012

Las anchas espaldas de la crisis


                    
 “ ¡Gran oferta de liquidación los día dos y tres de diciembre porque ya no puedo más, la crisis me ha dejado sin nada!

Me  he arruinado

Prefiero vender almohadas  desde 3€  y bajar los sofás de  700€ a 400€ antes que seguir aquí perdiendo dinero.
Entre la crisis y estos políticos que son unos corruptos…he acabado en la ruina.
Si lo vendo todo,pagaré a mis trabajadores y cerraré mi negocio. Después, no sé qué será de mí.
Espero verte por aquí para que te lleves “casi regalado” lo que me queda de stock. Te espero.  
Firmado:
El jefe


La semana pasada me encontré en el  buzón un folleto que contenía la información que acabáis de leer y unas fotos muy parecidas.  Yo miraba el folleto una y otra vez y me invadía unas veces sensación de angustia, otras de rabia, otras de pena. No podía dejar de leerlo porque a veces me parecía que podía ser verdad y otras me parecía una tomadura de pelo. 
Así que para quedarme tranquila, me fui a la dirección que indicaba el folleto a ver, simplemente a ver...
Allí me planté y no encontré una tienda, encontré  una lonja- almacén llena de sofás y colchones y camas  y una oficina al fondo de la que salió un hombre a recibirme.

Debo reconocer que la imagen del hombre también me descuadró porque para nada parecía arruinado. Su ropa era de marca y lucia joyas en el cuello en la muñeca y en los dedos.

(De momento ni el folleto me había convencido, ni la tienda-almacén-lonja, ni el  hombre… )

Se acercó me estrechó fuerte la mano y me pregunto:
-          -¿Qué deseaba joven?

Yo saqué mi folleto del bolsillo, se lo enseñé y le pregunté:  
-         - ¿Esta publicidad es vuestra?

El se infló como un pavo, sonrió y me dijo muy solemne:
-          Efectivamente, esta publicidad es de esta tienda ¿estás  interesada en algo en especial?
           Si, contesté yo, en saber si es cierta.

-          El cambió el gesto… Si es cierta qué.  Me preguntó.
-     Si es cierto que estáis en la ruina y que vais a cerrar por la crisis y por la corrupción política. Le contesté.

-          El se quitó las gafas y me dijo: pues no es cierta pero ¿para eso vienes, para hablar del folleto?¿ pero tú quien eres?

-         Y yo cada vez más seria le dije: nadie, yo no soy nadie, sólo una ciudadana harta de que todo el mundo se aproveche de las circunstancias para arrimar el ascua a su sardina. Ya lo siento pero tu folleto me parece además de ofensivo hacia quien de verdad  si se está arruinando, de muy mal gusto. Creo que no todo vale y creo que estás utilizando el chantaje emocional para vender más.

-         El me miraba “enfadado no, lo de después” y no me decía nada. Al final dijo: mira guapa, en este país cada uno se busca la vida como puede y yo no voy a ser menos, pero como tú no eres nadie para que yo te dé explicaciones, si vienes a comprar pues compras y si no pues te largas que nadie tiene que venir a darme lecciones de moralidad a mi propia casa. Después se dio la media vuelta y allí me quedé con mi folleto en la mano, rodeada de sofás espantosos y con una mala leche y una sensación de imbécil que no me cabía en el cuerpo.

-      Joder que mal rollo. Salí de la tienda y me dije a mi misma: no eres Juana de arco así que esta es la última vez que te pones en ridículo de esta manera. Pero luego cambié de opinión y pensé que sí había sacado  cosas en claro de mi experiencia. Primero, que cada día me la pegan menos (o sea, que soy capaz de ser crítica) Segundo, que no me quedo indiferente ante las cosas que no me parecen justas o éticas (esto me gusta mucho de mi misma, ole yo)  y tercero que no me gustan nada los sofás esos que tienen uno de los asientos más  largos para que te tumbes ¡Dios que feos!

-         Resumiendo que me enrollo: creo que no se pueden utilizar las anchas espaldas de la crisis para cargarle todo lo que nos convenga. Es cierto que hay crisis pero la pobrecita no es la causante de absolutamente todo lo que pasa, no hombre no. La crisis tiene empaque suficiente para que ni la banalicemos ni nos aprovechemos de ella…que jodios somos (pone jodios, no judíos, no confundir) redios.
b    
      En fin, permitidme acabar este post con una pincelada de humor que pa´ tristezas ya tenemos el día a día...








3 comentarios:

  1. Te felicito, Me ha gustado tu entrada y lo que describes

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  2. Deberías poner el nombre y dirección de la tienda para que a nadie se nos ocurra entrar

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  3. Hola! Rebotando por internet llegué aquí y es muy interesante lo que escribes!

    Me parece que muchos de los problemas que generan situaciones como esta es el fomento de un mundo capitalista y por ende, individualista.

    Cada uno a mirar su ombligo, y si lo hacen mal, pues yo peor. :(
    Este tipo ha escogido la peor publicidad para su empresa: él mismo.

    Por suerte, siempre hay excepciones! Un saludo!

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