Este mes mi escoba está especialmente triste. Ya sabéis
cómo es ella para sus cosas así a que cuando le veo así de seria, le pregunto
un par de veces y si no obtengo respuesta espero a que “suelte por esa boca”.
Finalmente la semana pasada soltó:
-Hablemos del cáncer de
mama- me dijo.
-¿De cuál, del cáncer de
mama o del cáncer de mamá?
-De
los dos…
A mi madre le diagnosticaron cáncer de mama hace algo más de
un año y desde el principio aceptó bien su enfermedad. Mi madre no es una mujer
mayor, es optimista y siempre ha enfrentado las cosas desde la paciencia y la
serenidad pero mi escoba no fue capaz de verlo así y mientras mi madre iba a
sus grupos de apoyo y se rodeaba de un entorno que le entendía y le arropaba,
mi escoba se alejaba de ella como si no entendiera que contraer un cáncer no se
puede elegir.
Desde que nos dieron el diagnostico mi escoba nunca ha sido
capaz de enfrentar la situación ni de hablar del tema.
Yo entiendo que es muy doloroso que a tu madre le
diagnostiquen cáncer. En España se diagnostican 22.000 nuevos canceres de mama
al año. La verdad es que es una cifra que jode pero si el cáncer se lo diagnostican
a tu madre, evidentemente, te jode más. Primero
porque madre “no hay más que una” y segundo porque en esta vida lo que menos
quieres es ver sufrir a los tuyos. Pero
gestionar mal el dolor puede hacer aun más daño al enfermo…
La
vida viene como viene y en esto de las enfermedades, tienes las mismas
posibilidades que el resto del mundo que te toque. Y eso a mi escoba le cuesta
entenderlo.Pero bueno, el que se decidiera a hablar del tema ha sido un gran
paso.
-Yo sé que no
he estado a la altura, sé que no he dado
todo lo que debía y que me escondido en mi papel de escoba para no enfrentarme
a lo que la situación pedía que era estar ahí acompañando y dando fuerza. Ahora
lo sé. Pero ahora no sé si ella querrá
aceptarme.
- ¿Cómo no te va a
querer aceptar? Está deseando que estés a su lado y lo necesita tanto…
-¿Cómo lo sabes, te lo
ha dicho?
- No hace falta. Sólo tengo que ver como te mira.
- Me ha hecho falta
mucho tiempo para aceptar su enfermedad, tú me entiendes ¿verdad? Yo no tengo
un carácter fuerte como vosotros.
- Yo puedo entender tu
pena pero entiende tú cómo se queda cuando llega de la quimio y te marchas
porque no soportas verla. Entiende cómo sufre cuando en los días en que no se
puede levantar, tú ni te acercas a su
habitación.
La que padece la enfermedad
es ella y es quien debe hacer el mayor esfuerzo, pero no puede hacerlo sola. Los
demás debemos apoyarle y no hacer que, además,
se sienta culpable. Hay momentos en la vida en los que hay que crecer de
golpe, aunque sea injusto. Hay momentos en los que no vale el “no puedo
enfrentarme a esto”. Somos más fuertes de lo que pensamos aunque el camino para
conseguirlo no sea fácil.
Las medicinas no lo curan todo. En los momentos duros de una enfermedad, el acompañamiento, los cuidados y el cariño del entorno alivian tanto como un fármaco ¿Qué pasaría si todos hiciéramos lo mismo que tú, si todos nos hubiéramos escondido?
Las medicinas no lo curan todo. En los momentos duros de una enfermedad, el acompañamiento, los cuidados y el cariño del entorno alivian tanto como un fármaco ¿Qué pasaría si todos hiciéramos lo mismo que tú, si todos nos hubiéramos escondido?
No
me contestó. Bajo los ojos,
lloró y después me abrazó.
-Menos mal que vosotros no habéis hecho lo mismo. Menos
mal que habéis estado a su lado. No sé cómo voy a recuperar todo este tiempo y no se
como voy a ganarme de nuevo su confianza.
- No tengas miedo. Ni la enfermedad ni el dolor le han
cambiado, bueno algo si. Ahora es mucho más fuerte, más relativa y ve la vida
desde una óptica más positiva. Ahora disfruta hasta el último minuto del día y
ha decidido ser feliz hasta el final, llegue cuando llegue. Dice que a nuestro lado
la felicidad estaba muy cerca pero que antes de la enfermedad, le costaba más
verla.
Las
últimas revisiones nos han dicho que el cáncer está prácticamente curado. En
nuestro país el 80% de los canceres de mama se curan. Afortunadamente el de mi
madre también. Reconozco que el camino no ha sido fácil ni para ella ni para
nadie pero entre todos lo hemos conseguido.
Hoy,
aunque el día oficial del cáncer de mamá es el
19 de octubre, quiero dedicar esta entrada a todas las mujeres que han
padecido y padecen este mal. A las que se han curado y a las que no.
Quiero
dedicar esta entrada a todas las personas que decidieron no dejarlas solas y
“se hicieron fuertes” para
cuando ellas flaquearan.
cuando ellas flaquearan.
Quiero
dedicar esta entrada a las muchas personas, asociaciones, colectivos que luchan
día a día por combatir la enfermedad, por sensibilizarnos en la prevención y en la
desdramatización de la enfermedad.
Y
finalmente, quiero dedicar esta entrada a mi escoba, porque yo sé lo mucho que
le ha costado superarse, hacer las paces
con la vida y hacer las paces con ella misma.
Os dejo algunas direcciones de interés, muy interesantes
Y como creo que el humor es necesario en todas las ocasiones
os dejo con una de las chirigotas de Cádiz del carnaval de este año que habla
del cáncer de mama. Veréis que cosa más bonita y más respetuosa. Todo un canto
a la fuerza y a la valentía. Disfrútenla amigos.
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