Quítate de ahí gorda que eres una
gorda. Gorda y fea. No sé que vi en ti para casarme contigo puta. Quítate de
ahí o te reviento la cara.
Y Sonia se levanta de la silla de
la cocina pero antes de hacerlo clava sus ojos azules en el cuchillo que
hay en la mesa a la vez que nota como el
corazón se le acelera y se dice a si misma:
-Un poco de valor y habremos terminado. Decídete y dejará de hacerte la vida
imposible a ti y a los niños.
Pero Sonia ni tiene valor para
hacerlo ni es tonta. Sabe que la vía para acabar con esa situación no es
tomarse la justicia por su mano sino denunciar. Denunciar a su maltratador del
que desafortunadisimamente sigue dependiendo (¿enamorada?).
La última vez que le pegó le partió el labio y una ceja. A quienes él quería pegar era a los niños pero
se puso delante y los golpes se los
llevo ella. Casi a escondidas se fue a urgencias y allí le curaron pero además
le aconsejaron que denunciara porque estaba claro que no había sido una caída.
La enfermera le dijo lo mismo que las veces anteriores:
-No es la primera vez que vienes,
no puedes seguir así, por favor denúnciale o un día te van a traer con los pies
por delante.
Pero Sonia disculpa siempre a su
agresor: “es que se ciega y no sabe lo
que hace pero luego se arrepiente””es que el niño pequeño es muy movido y pone
a su padre muy nervioso” ”es que la comida estaba muy sosa” ”es que la camisa
estaba mal planchada”…
Y con las heridas curadas (las de
la cara no las del alma) vuelve a casa sin dejar de darle vueltas a la denuncia
que ella sabe que tarde o temprano va a tener que poner. Sólo es cuestión de
tiempo.
Cuando hablas con ella dice que los niños son
pequeños y que ella no trabaja. Dice que sabe que las hostias le van a seguir
cayendo pero que si aguanta, el dinero para mantener a sus hijos, también. Por eso aguanta. Por eso y porque dice que en
el fondo le sigue queriendo. (A mi
escoba se le llevan los demonios cada vez que le escucha defenderle y a mi, pues
también)
Sonia siempre busca escusas para
evitar que llegue el momento de dejarle:
Si le denuncio vendrá a por mí.
Si le dejo de qué comemos. Si encuentro
trabajo quién me cuida a los críos. Si voy a buscar trabajo dónde busco. Si no
tengo formación, dónde voy. Si…si…si…
En todos estos años de matrimonio
Sonia
no ha cultivado amistades y a raíz de casarse perdió a sus amigas. Sus
padres son muy mayores y están al margen de todo lo que pasa. Sus hermanos
nunca se han preocupado mucho por ella. Su formación es un auxiliar de administrativo
de hace mil años por lo que sabe que encontrar trabajo después de un montón de
años sin actividad laborar va a ser difícil.
Así que cada vez que piensa en
acabar con esto le resulta muy difícil dar el paso porque ni tiene recursos ni un entorno que le favorezca. Sonia se siente
triste, desamparada y sola. Ah!! Además de gorda, fea, vieja, inútil y todas
las linduras que su maltratador ha conseguido que lleve tatuadas en el alma.
Pero a veces las cosas vienen
solas…
La semana pasada le golpeó en
plena calle. Lo vimos un montón de gente y llamamos a la policía. Ninguno de
los testigos nos movimos del sitio. Nos quedamos allí reteniéndole a él,
acompañándole a ella y esperando a la policía para contar lo que habíamos visto y todo lo que Sonia estaba
pasando aun sin que hubiera denuncia. Mi escoba habló mucho con Sonia para
convencerle de que ahora si había llegado ya el momento de acabar con aquello.
Llegaron dos policías. Después de un buen rato, se los llevaron a él a comisaría y a ella a un piso de emergencia social.
Los niños estaban en el colegio y
no vieron nada. Cuando salieron del cole su madre los llevo a su nueva
casa. Una casa para mujeres maltratadas
donde ella y los peques podrían comenzar una nueva vida. El camino que ahora
les queda por recorrer no es ni fácil ni
corto pero por lo menos es un camino sin golpes y sin miedo. Queda mucho tiempo
para el que estomago deje de encogerse cuando escuchen la llave en la cerradura
pero ahora ya cada uno debe hacer un trabajo personal de superación y
autoestima. Ahora deben dejarse querer y sobre todo, echarle mucho valor,
dejarse ayudar y encarar la vida desde lo positivo. Repito , no es fácil.
El siguiente párrafo está sacado
de las declaraciones que se hicieron en la rueda de prensa celebrada por el
Observatorio de violencia domestica en noviembre de 2012:
“En cinco años casi 85.000 mujeres maltratadas
han renunciado a seguir el proceso judicial. Denunciaron a su agresor, pero
luego se echaron atrás. Y en los tres últimos años esta
cifra de arrepentimiento se ha disparado hasta alcanzar el 29 por ciento.
Tres de cada diez víctimas han dicho no a continuar y airear el infierno de su
casa en un juzgado”. Desde el observatorio se sostiene que la crisis ha
repercutido en esta retirada de denuncias por el miedo de las víctimas a su
futuro tras el proceso judicial.
Jo,
que estamos involucionando…y no nos lo podemos permitir. Mi escoba y yo
alguna otra vez ya hemos tratado el tema de las denuncias pero es que creemos
que es fundamental que ellas denuncien y que nosotros no nos hagamos los
ciegos…
Si lo estás sufriendo en tus
carnes, por favor llama al 016. Denuncia.
http://barriendoporlosrincones.blogspot.com.es/2011/10/te-he-dicho-que-te-necesito-pues-ha.html
No logro comprender porqué la mujer soporta,aguanta insultos ,y tantas otras manifestaciones de violencia ;en este caso una mezcla de Violencia Psicológica y con amenazas de agresión física.En estos tiempos al menos acá en Chile la ley protege 1005 a la mujer ,más aún si es Madre .....pienso sinceramente que hay muchas de ellas que le faltan "cojones " ,como dicen uds.allá .Un abrazo
ResponderEliminarClaudia Lorena Galaz Rodríguez
Desde grupo educadores y educadoras sociales de linkedin
De eso hay mucho la verdad
ResponderEliminarLo que pasa que hay quien calla y quien no y bueno yo creo que hay poca ayuda pr mucho que dicen y poca proteccion en la mujer.
pero bueno dejemos lo asi. Mejor callar
By Maria del Mar sesmero marin
Desde grupo de Cruz Roja de Linkedin
Una pena que cueste tanto avanzar en la decisión correcta....
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