domingo, 11 de marzo de 2012

Especial mujer para una mujer especial


Sería una necia si no reconociera los avances que las mujeres hemos conseguido a lo largo de los años. A pesar de ser aun mucho menos visibles que el sexo contrario, es cierto que los esfuerzos que se están haciendo a favor de nuestro empoderamiento, van dando resultados.
Por eso, me uno como no podía ser de otro modo a todos los movimientos “8 de marzo” a favor de la mujer trabajadora.

Pero me vais a permitir que desde nuestro humilde blog, mi escoba y yo rindamos homenaje a un tipo especial de mujer. A esa que no ha dejado de trabajar en toda su vida al servicio de su casa y su familia. A la que ha cuidado día y noche de sus hijos, ha preparado cientos de bocadillos y sonado millones de mocos, ha dejado su vida en un segundo lugar porque lo más importante eran sus hijos, ha administrado como nadie el dinero entraba en casa, conocía todas las tiendas del barrio y sabía en cual “se compra más barato”, tenía un truco casero para todas las dolencias ah!! y cocina como nadie…

Pero llega un día en que todo eso cambia: los hijos se hacen mayores y se van. Su marido se jubila y en la casa donde antes imperaba el ruido y el movimiento, ahora reina casi siempre el silencio y los pasos de dos personas que a pesar de llevar juntos “mil años” deben reinventar su relación porque se han quedado “él para ella y ella para él”. Generalmente a la madre le duele más (el apego y la dedicación hacia los hijos han sido el pilar de su identidad dentro del matrimonio) y si al dolor por el nido vacío le añadimos el cambio de circunstancia laboral del marido, la mujer se encuentra ante dos nuevas situaciones a las que se debe adaptar…y no tiene ser fácil. Tampoco es fácil para él, no cabe duda.

Ahora los dos deben regularizar su nueva circunstancia, volver a encontrar un equilibrio y aprender a vivir acompañados de las ausencias y de un sentimiento de soledad que tardarán mucho tiempo en dejar atrás.

Creo que esta es una situación que se da mucho y que no tiene apenas visibilidad. Creo que los hijos no somos muy conscientes de esto ya que la “vida nos lleva” y estamos demasiados ocupados con nuestro propio proyecto vital (trabajo, pareja, reparto de funciones, estudios, autodeterminación, hijos, culpas…) y que uff “bastante tenemos con lo nuestro, mira si llevan toda la vida juntos, seguro que se acaban entendiendo”. Y así pasan los días y los meses…y cuando hablamos con ellos pues no sacamos el tema porque no tenemos respuestas…y porque no queremos escuchar para no sentirnos culpables.

En fin, no me gustaría estar hiriendo susceptibilidades, no os deis por aludidos si no es vuestro caso, pero sé que muchos de los que sois hijos y os habéis marchado de casa estaréis de acuerdo conmigo porque esto lo hemos hablado presencialmente cientos de veces…

Cuando en mi primer post de julio hablaba de que con mi escoba quería barrer por esos rincones que parece que siempre se nos olvidan, me refería a este tipo de situaciones. Las que parece que no están, pero que son el “dolor” nuestro de cada día.

Permitidme que dedique este post personalmente a la mujer que nunca se va a acostumbrar a que me haya ido.

                     Gracias por todo mi querida Aurora, ojala pudiera hacer que no te doliera…



2 comentarios:

  1. Hola Carmen
    Me ha gustado el artículo. Y creo que ademas de reconcer y valorar y ponernos en el lugar de los que nos han cuidado. Habria que comentar que el fenómeno que se ha venido a llamar nido vacio se presenta en mujeres que emigraron de zonas rurales, se socializaron de nuevo en vertical y no accedireo a un trabajo remunerado fuera de casa y en general con pocas redes sociales fuera de las de su marido.
    Un saludo y encantado de conocerte
    Jorge

    Posted by Jorge Martínez Ortega desde Linkedin

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  2. "Me ha gustado tu articulo Carmencita, apuntaría que cuando parece que la pareja esta sóla llega una separación o desempleo y los hijos-as vuelven a casa pero ya no son pequeños, ya nos nos dejamos cuidar y esa tranquilidad se le trastoca nuestros padres en preocupación y desvelos, cuando ya están en la edad de disfrutar. Pero bueno si es cierto que a todos nos llegará esa etapa de que hago ahora que soy mayor. Quiza si vivieramos contentos y disfrutando el día a día cuando llegue la edad de la jubilación (supongo que vendra de júbilo alegría) pues sabriamos tratarnos como pareja con tiempo y para disfrutar. Un abrazote. Txutxi"

    Posted by Jesus Maria Herreros by Likedin

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