Yo creo que allí estábamos todas las personas del mundo.
Callejuelas pequeñas,
blancas y estrechas. Embrujo andaluz.
Pescaito frito, tinto de verano, hortiguillas, papas aliñás. Ole y ole.
Tranquilidad, risa y
distensión. Reponiéndonos de este año duro y “crisico” (de crisis). Mira mira
de verdad que año tan chungo, tan movido
y tan triste.
Moreno de playa… desconexión.
-
¡Niño sirve aquí otra cervecita y unas aceitunas
que no se puede parar de la caló!
¡Marchando!
-
¡Jefe cuando puedas una rubita de verano
fresquita!
¡Ahora mismo caballero!
-
Oye mozo, ¿Cuándo nos sirves a nosotros?
¡Enseguida amigo!
Los del chiringuito no daban abasto cogiendo comandas y
sirviendo mesas. La freidora echando humo y las existencias acabándose. Todos
contentos porque por fin parece que el
negocio se mueve.
Encantados los del bar, encantados los de las tiendas,
encantados los de los hoteles, encantados los de las actividades acuáticas….encantados
todos !!Esto marcha!! ¡!Por fin nos hemos quitado de encima esta puta crisis!!
(Esto Rajoy también lo dice pero sin tacos. El es más fino)
Mientras tanto…
La Guardia Civil, salvamento marítimo, la Policia Nacional, el Ayuntamiento y Cruz Roja amén de otras
instituciones, se las veían y se las deseaban para controlar la llegada
masiva de casi 1.500 inmigrantes que
habían cruzado el estrecho en no sé
cuantas embarcaciones hinchables. (Dicen
que desde la “crisis de los cayucos” en 2006 no se había dado una llegada tan
masiva)
Bueno pues estos 1.500 también estaban en Tarifa. Muy cerca de mí, eso sí sin tinto de verano ni
cervecita.
Allí estábamos todos, los unos encantados de la vida y los
otros encantados de no haber muerto.
Todos bajo el mismo sol, pisando la misma playa y en
principio, beneficiarios de los mismos
derechos humanos.
Jodé que lio.
Dos fueron los polideportivos que se habilitaron para su
estancia hasta ver como se resolvía la situación y muchas, muchas las personas
que se implicaron dedicando su tiempo y esfuerzo en asistir a estos 1.500
pobres que no sabían donde se habían metido…(o si, pero hay que arriesgar para
conseguir)
Por cierto, yo no hice nada.
Bueno ni yo ni la gran mayoría de personas que seguíamos en
la playa disfrutando de nuestras vacaciones ajenos del todo a lo que estaba
pasando. Era como que “aquí no pasa nada”. (que sensación de invisibilidad)
Por otro lado, creo (opinión muy mía y nada contrastada) que convenía trabajar eficazmente pero
sin meter mucho ruido que la temporada alta es corta y no vamos a espantar a
los turistas. Joder que está siendo una crisis mu mala y el sur está muy
deprimido. Muy entendible.
Tiene guasa. Me enteré por la tele del chiringuito de la
playa de lo que estaba pasando a 200 metros de mi apartamento…
En fin.
“En el año 2014 se han agravado los casos de
inmigrantes intentando acceder a España de manera ilegal. La mayoría de ellos
han intentado acceder a las ciudades de Ceuta y de
Melilla saltando las famosas vallas de alambre de espino. El
Ministerio estima que hay 30.000 inmigrantes aguardando en Marruecos el momento
idóneo para saltar la valla, y en los peores días ha habido hasta 200 personas
que han intentado atacar la frontera de forma conjunta.”
Me quedo con una declaración que escuché: no se trata de
poner muros de contención y vallas para que no entren. Se trata de establecer políticas
y crear alianzas que les permita poder desarrollarse en su propio país porque
con casi total seguridad afirmo que no es agradable dejar tu tierra y tu gente
para irte a un lugar desconocido donde no tienes ni idea de qué te espera.
“Intentar saltar la valla no es el único método de
entrar en España, también hay quien intenta entrar a nado o en patera desde las playas adyacentes, pero la
Guardia Civil los intercepta nada más llegar a tierra.”
Pues eso que mientras en las calles de Tarifa se respiraba
buena onda y un cierto repunte de la economía, sus polideportivos estaban
llenos de pobres infelices que se habían jugado la vida en el estrecho buscando
un destino mejor…
Hoy, entrado ya septiembre, la gran mayoría de los que nos dimos cita en
Tarifa hemos vuelto a nuestras rutinas. Ya estamos todos en casa. Nosotros a lucharnos nuestro día a día y
ellos…
Ellos…a Africa.