domingo, 27 de enero de 2013

Basta de miedo- 016 - Denuncia


Quítate de ahí gorda que eres una gorda. Gorda y fea. No sé que vi en ti para casarme contigo puta. Quítate de ahí o te reviento la cara.

Y Sonia se levanta de la silla de la cocina pero antes de hacerlo clava sus ojos azules en el cuchillo que hay  en la mesa a la vez que nota como el corazón se le acelera y se dice a si misma:



-Un poco de valor y habremos terminado. Decídete y dejará de hacerte la vida imposible a ti y a los niños.

Pero Sonia ni tiene valor para hacerlo ni es tonta. Sabe que la vía para acabar con esa situación no es tomarse la justicia por su mano sino denunciar. Denunciar a su maltratador del que desafortunadisimamente sigue dependiendo (¿enamorada?).

La última vez que le pegó le  partió el labio y una ceja.  A quienes él quería pegar era a los niños pero se puso delante y  los golpes se los llevo ella. Casi a escondidas se fue a urgencias y allí le curaron pero además le aconsejaron que denunciara porque estaba claro que no había sido una caída. La enfermera le dijo lo mismo que las veces anteriores:

-No es la primera vez que vienes, no puedes seguir así, por favor denúnciale o un día te van a traer con los pies por delante.

Pero Sonia disculpa siempre a su agresor: “es que se ciega y  no sabe lo que hace pero luego se arrepiente””es que el niño pequeño es muy movido y pone a su padre muy nervioso” ”es que la comida estaba muy sosa” ”es que la camisa estaba mal planchada”…

Y con las heridas curadas (las de la cara no las del alma) vuelve a casa sin dejar de darle vueltas a la denuncia que ella sabe que tarde o temprano va a tener que poner. Sólo es cuestión de tiempo.
 Cuando hablas con ella dice que los niños son pequeños y  que ella no trabaja.   Dice que sabe que las hostias le van a seguir cayendo pero que si aguanta, el dinero para mantener a sus hijos, también.  Por eso aguanta. Por eso y porque dice que en el fondo le sigue queriendo.  (A mi escoba se le llevan los demonios cada vez que le escucha defenderle y a mi, pues también)

Sonia siempre busca escusas para evitar que llegue el momento de dejarle:

Si le denuncio vendrá a por mí. Si le dejo de qué comemos.  Si encuentro trabajo quién me cuida a los críos. Si voy a buscar trabajo dónde busco. Si no tengo formación, dónde voy. Si…si…si…

En todos estos años de matrimonio  Sonia  no ha cultivado amistades y a raíz de casarse perdió a sus amigas. Sus padres son muy mayores y están al margen de todo lo que pasa. Sus hermanos nunca se han preocupado mucho por ella. Su formación es un auxiliar de administrativo de hace mil años por lo que sabe que encontrar trabajo después de un montón de años sin actividad laborar va a ser difícil.  Así que cada vez que  piensa en acabar con esto le resulta muy difícil dar el paso porque ni tiene recursos ni  un entorno que le favorezca. Sonia se siente triste, desamparada y sola. Ah!! Además de gorda, fea, vieja, inútil y todas las linduras que su maltratador ha conseguido que lleve tatuadas en el alma.

Pero a veces las cosas vienen solas…

La semana pasada le golpeó en plena calle. Lo vimos un montón de gente y llamamos a la policía. Ninguno de los testigos nos movimos del sitio. Nos quedamos allí reteniéndole a él, acompañándole a ella y esperando a la policía para contar  lo que habíamos visto y todo lo que Sonia estaba pasando aun sin que hubiera denuncia. Mi escoba habló mucho con Sonia para convencerle de que ahora si había llegado ya el momento de acabar con aquello. Llegaron dos policías. Después de un buen rato,  se los llevaron a él a comisaría y a ella  a un piso de emergencia social.

Los niños estaban en el colegio y no vieron nada. Cuando salieron del cole su madre los llevo a su nueva casa.  Una casa para mujeres maltratadas donde ella y los peques podrían comenzar una nueva vida. El camino que ahora les queda por recorrer no es ni  fácil ni corto pero por lo menos es un camino sin golpes y sin miedo. Queda mucho tiempo para el que estomago deje de encogerse cuando escuchen la llave en la cerradura pero ahora ya cada uno debe hacer un trabajo personal de superación y autoestima. Ahora deben dejarse querer y sobre todo, echarle mucho valor, dejarse ayudar y encarar la vida desde lo positivo. Repito , no es fácil.

El siguiente párrafo está sacado de las declaraciones que se hicieron en la rueda de prensa celebrada por el Observatorio de violencia domestica en noviembre de 2012:

“En cinco años casi 85.000 mujeres maltratadas han renunciado a seguir el proceso judicial. Denunciaron a su agresor, pero luego se echaron atrás. Y en los tres últimos años esta cifra de arrepentimiento se ha disparado hasta alcanzar el 29 por ciento. Tres de cada diez víctimas han dicho no a continuar y airear el infierno de su casa en un juzgado”. Desde el observatorio se sostiene que la crisis ha repercutido en esta retirada de denuncias por el miedo de las víctimas a su futuro tras el proceso judicial.

Jo, que estamos involucionando…y no nos lo podemos permitir. Mi escoba y yo alguna otra vez ya hemos tratado el tema de las denuncias pero es que creemos que es fundamental que ellas denuncien y que nosotros no nos hagamos los ciegos…

Si sabes de alguna situación de violencia de género, por favor, llama al 016.  Denuncia.

Si lo estás sufriendo en tus carnes, por favor  llama al 016. Denuncia.




http://barriendoporlosrincones.blogspot.com.es/2011/10/te-he-dicho-que-te-necesito-pues-ha.html







sábado, 22 de diciembre de 2012

¿De Papa Noel o de Reyes? Afortunado tú si puedes elegir


Recuerdo que en las navidades de mi niñez yo no entendía por qué se mezclaban los anuncios de los Reyes Magos diciendo que si habías sido bueno te traerían del Corte Ingles todo lo que quisieras mientras que en otros te pedían dinero para que los Reyes no dejaran sin regalo a los niños “del África”.
Yo me pasaba todas las navidades intentando descubrir si es que el dinero de los juguetes de los niños del mundo se financiaba con dinero común y no había para todos (como pasa con todo lo común)…O es que el mundo era tan grande que hasta sus Majestades de Oriente aún siendo mágicos no sabían dónde quedaba África. ¿Cómo no iban a saberlo?
Luego tampoco entendía por qué se olvidaban de entrar siempre en las casas de los mismos: en las de los pobres y en las de los países menos desarrollados. ¿…………?
Y tampoco me entraba en la cabeza como en una noche les daba tiempo a ir a todas y cada una de las casas y a la vez dejar regalos, comer rosquillas y beber anís. (Por eso no llegaban a África, era evidente)
De lo único que estaba segura era de que entraban por Francia y luego se dividían en tres grupos para repartir los juguetes geográficamente de arriba abajo del siguiente modo: Gaspar la España de la derecha, Melchor la España del centro y Baltasar la España de la izquierda. Luego se encontraban en Algeciras y pasaban a Ceuta en ferry pero para entonces ya iban tan pimplaos con el anís que les daba igual ir pá África que volver pá Cuenca.
Esta idea del anís era la que más me convencía porque cuadraba perfectamente: las casas en las que había muchos regalos era porque se habían confundido y habían dejado los juguetes que no habían dejado en otras (que eran, insisto, las de los pobres)
También me parecía un trabajo enorme aquello de tener que leer todas las cartas y luego clasificar todos los juguetes de todos los niños del mundo según continentes, países, ciudades, pueblos, calles, casas, portales,  pisos y destinatarios…por eso siempre les perdonaba el que nunca me trajeran nada de lo que pedía. 

En fin, luego crecí, lo entendí y válgame Dios que me sentí más aliviada cuando todo tuvo coherencia. Pero entonces dejé de estar confundida para estar triste. Era menos doloroso que la culpa del caos juguetero la tuviera el anís y no que la tuviéramos nosotros mismos y nuestro eterno ansia del tener y el poseer y el ser más que el vecino…
Ahora que ya soy mayor y entiendo (aunque no comparto) por qué era necesario para el consumo que Papa Noel también se cruzara en nuestras vidas y conviviera con sus Majestades los Reyes,  me gustaría escribir en mi carta un solo deseo: Ojala este año todos los niños pudieran jugar con algo…y si fuera con juguetes mejor.
De antemano sé que mi petición no se va a cumplir. De antemano sé que muchos muchos niños no van a tener juguetes ni en Papa Noel ni en Reyes ni en nada. A no ser que los que podamos hagamos un acto (no de solidaridad sino de responsabilidad) y de los juguetes que compremos, uno vaya a parar a la casa de alguien que lo necesite más. Es tan fácil como no atiborrar a nuestros niños con cientos de juguetes (que acaban por no valorar) o no comprar el juguete más caro y más sofisticado que encontremos en el mercado (que igualmente acaban por no valorar). Esto de la compra responsable de juguetes daría para otro post (pero esto ya para otro día, que hoy el tema es otro).

Dicen los señores de la Confederación de Consumidores y Usuarios en su encuesta anual  que
“La compra de juguetes y la celebración de comidas familiares son los dos aspectos del consumo navideño que mejor parecen resistir la disminución de los presupuestos de los hogares para esta Navidad en la que, tres de cada cuatro españoles, gastará menos por la crisis”.
Y digo yo que si nos vamos a seguir gastando casi el mismo dinero en juguetes ¿por qué no hacemos un acto solidario y en este año tan duro compartimos con los demás algo de lo nuestro?
Para ponérselo a todo el mundo más fácil, mi escoba y yo hemos buscado lugares donde poder donar juguetes y hemos encontrado una página muy interesante que ofrece mucha información. Yo desde mi humilde blog te animo a que si puedes, tengas un pensamiento solidario y después hagas un acto responsable.
En fin, ha llegado la hora de despedirme no sin antes aprovechar la ocasión para desearos una feliz sociedad, que también acaba en  “dad”· como Navidad, pero no es lo mismo.
Ah!! os dejo también un vídeo muy chulo con un mensaje muy noble pero que de nuevo, promete lo que no puede cumplir...



domingo, 2 de diciembre de 2012

Las anchas espaldas de la crisis


                    
 “ ¡Gran oferta de liquidación los día dos y tres de diciembre porque ya no puedo más, la crisis me ha dejado sin nada!

Me  he arruinado

Prefiero vender almohadas  desde 3€  y bajar los sofás de  700€ a 400€ antes que seguir aquí perdiendo dinero.
Entre la crisis y estos políticos que son unos corruptos…he acabado en la ruina.
Si lo vendo todo,pagaré a mis trabajadores y cerraré mi negocio. Después, no sé qué será de mí.
Espero verte por aquí para que te lleves “casi regalado” lo que me queda de stock. Te espero.  
Firmado:
El jefe


La semana pasada me encontré en el  buzón un folleto que contenía la información que acabáis de leer y unas fotos muy parecidas.  Yo miraba el folleto una y otra vez y me invadía unas veces sensación de angustia, otras de rabia, otras de pena. No podía dejar de leerlo porque a veces me parecía que podía ser verdad y otras me parecía una tomadura de pelo. 
Así que para quedarme tranquila, me fui a la dirección que indicaba el folleto a ver, simplemente a ver...
Allí me planté y no encontré una tienda, encontré  una lonja- almacén llena de sofás y colchones y camas  y una oficina al fondo de la que salió un hombre a recibirme.

Debo reconocer que la imagen del hombre también me descuadró porque para nada parecía arruinado. Su ropa era de marca y lucia joyas en el cuello en la muñeca y en los dedos.

(De momento ni el folleto me había convencido, ni la tienda-almacén-lonja, ni el  hombre… )

Se acercó me estrechó fuerte la mano y me pregunto:
-          -¿Qué deseaba joven?

Yo saqué mi folleto del bolsillo, se lo enseñé y le pregunté:  
-         - ¿Esta publicidad es vuestra?

El se infló como un pavo, sonrió y me dijo muy solemne:
-          Efectivamente, esta publicidad es de esta tienda ¿estás  interesada en algo en especial?
           Si, contesté yo, en saber si es cierta.

-          El cambió el gesto… Si es cierta qué.  Me preguntó.
-     Si es cierto que estáis en la ruina y que vais a cerrar por la crisis y por la corrupción política. Le contesté.

-          El se quitó las gafas y me dijo: pues no es cierta pero ¿para eso vienes, para hablar del folleto?¿ pero tú quien eres?

-         Y yo cada vez más seria le dije: nadie, yo no soy nadie, sólo una ciudadana harta de que todo el mundo se aproveche de las circunstancias para arrimar el ascua a su sardina. Ya lo siento pero tu folleto me parece además de ofensivo hacia quien de verdad  si se está arruinando, de muy mal gusto. Creo que no todo vale y creo que estás utilizando el chantaje emocional para vender más.

-         El me miraba “enfadado no, lo de después” y no me decía nada. Al final dijo: mira guapa, en este país cada uno se busca la vida como puede y yo no voy a ser menos, pero como tú no eres nadie para que yo te dé explicaciones, si vienes a comprar pues compras y si no pues te largas que nadie tiene que venir a darme lecciones de moralidad a mi propia casa. Después se dio la media vuelta y allí me quedé con mi folleto en la mano, rodeada de sofás espantosos y con una mala leche y una sensación de imbécil que no me cabía en el cuerpo.

-      Joder que mal rollo. Salí de la tienda y me dije a mi misma: no eres Juana de arco así que esta es la última vez que te pones en ridículo de esta manera. Pero luego cambié de opinión y pensé que sí había sacado  cosas en claro de mi experiencia. Primero, que cada día me la pegan menos (o sea, que soy capaz de ser crítica) Segundo, que no me quedo indiferente ante las cosas que no me parecen justas o éticas (esto me gusta mucho de mi misma, ole yo)  y tercero que no me gustan nada los sofás esos que tienen uno de los asientos más  largos para que te tumbes ¡Dios que feos!

-         Resumiendo que me enrollo: creo que no se pueden utilizar las anchas espaldas de la crisis para cargarle todo lo que nos convenga. Es cierto que hay crisis pero la pobrecita no es la causante de absolutamente todo lo que pasa, no hombre no. La crisis tiene empaque suficiente para que ni la banalicemos ni nos aprovechemos de ella…que jodios somos (pone jodios, no judíos, no confundir) redios.
b    
      En fin, permitidme acabar este post con una pincelada de humor que pa´ tristezas ya tenemos el día a día...








miércoles, 14 de noviembre de 2012

Inmunizada


O era la radio o era el periódico o la tele con sus dos canales. Fin. Hace no muchos años no había tantas maneras de estar informados como hay hoy.

Hoy  me meto en Internet y encuentro todo lo que busco, las noticias me llegan al móvil, cojo mi mando y me paso horas haciendo zapping por los cientos de canales que tengo a mi disposición. Bueno a veces encuentro lo que busco y muchas otras veces llegan hasta mí cosas que ni busco ni me interesan, ni me convienen…

Hasta ahí bien. Pero me gustaría ir un poco más allá:

Ahora tenemos cientos de vías informativas que no olvidemos que son empresas y que necesitan mucho mucho “consumidor” de su “producto” para poder ganar dinerito.  Para que un medio sobreviva necesita muchos muchos lectores, oyentes, videntes, internautas…en definitiva, que llega la guerra de las audiencias ( o eso creo yo) y en esa guerra de audiencias también incluyo el cómo se nos muestran las noticias cotidianas.

Hoy estamos demasiado acostumbrados ver tantas escenas reales llenas de violencia y crudeza que llega un momento en que me muestren la escena que me muestren, acabo por no inmutarme…tal vez si es de algo que ha pasado “cerca” parece que el estomago hace el amago de encogerse pero de verdad que me cuesta cada vez más, que las escenas que veo me sobrecojan.

Si hago un poco recuento de las imágenes tomadas de la realidad puedo recordar a jóvenes incendiando a indigentes en un cajero,  zapatos desperdigados de las victimas de cientos de accidentes de coche,  escenas de guerra, bebes tirados en las carreteras a los que nadie socorre, numerosas imágenes de maltrato animal, un buen numero de escenas de violencia de genero,  vandalismo a discreción en eventos deportivos, atracos, persecuciones, testimonios de personas que lo han perdido todo, catástrofes naturales y un etcétera lamentablemente extenso de malas noticias.
A partir de aquí, a mí me gustaría reflexionar acerca de esto porque hay algo que no me encaja: entiendo que las tecnologías están para que la información sea cada vez más rápida, más exacta y más veraz pero cuando una imagen cruenta la veo cien veces, creo que bajo esta mascara de veracidad se esconde cierto morbo y cierta intención de subida de audiencia y sigo manteniendo que si una noticia me impacta la primera vez que la oigo o que la veo, cuando me la ofrecen veinte veces en todos los canales, la verdad, me suena a ruido de fondo. Y eso no es bueno. No es bueno porque me hago inmune al dolor de los demás y a lo que pasa a mi alrededor. Y luego está el hecho de que la misma imagen según en que medio la vea o la escuche tiene diferentes lecturas y como no he estado allí para contrastarlo  pues no se cual es la versión más objetiva.

Uff, que complicadito es todo…

A lo que vamos: que a mi me cuesta mucho mantenerme informada de otras cosas que no sean  mismas noticias que me ofrecen diariamente los medios y que tienen muy clara su intención de  “modelar” mi pensamiento.

Pero yo lo sigo intentando…y ese intento requiere que diariamente lea los diarios, oiga las noticias, vea los telediarios y me de un paseo por algún que otro medio alternativo, amen de tener que hacer después, crítica de todo y elaborar mis propias composiciones para entender este mundo. Pero esto cansa mucho y me lleva un tiempo que no tengo (porque evidentemente  existen  muchas otras obligaciones cotidianas) así que de momento voy a:

Primero
Ser fiel a dos o tres medios -  los más neutrales y objetivos que encuentre-  para que las mismas noticias no me saturen  y maten mi sensibilidad.

 Segundo
Ser crítica (que no criticona)  y no creerme todo lo que me cuenten…

Y tercero
No olvidar que este mundo de las tecnologías de la información es alucinante y está a mi disposición siempre y cuando yo las utilice a ellas, no ellas a mí.



jueves, 25 de octubre de 2012

Lunes antes de almorzar, una niña fue a jugar...


Juro que no invento. Puedo maquillar más o menos la realidad pero nunca invento. Mis historias  siempre están basadas en pellizcos de realidad. Cuando mi escoba y yo decidimos barrer por los rincones, sabíamos que no sería fácil porque suponía tratar temas incómodos y en muchas ocasiones dolorosos. La entrada de esta semana me ha costado compartirla, pero creo que hay cosas que deben saberse.

Sophia tiene catorce años y es la mayor de cuatro hermanos. Vive con ellos, con su madre, con su padre con su abuelo, con una tía y con un tío. En total son nueve en casa. Sophia cuida de los hermanos y hace las tareas de casa mientras su madre y su tía rebuscan en los contenedores y recogen chatarra.  El absentismo escolar de la niña es elevado y cuando la tutora llama a la madre de la niña, ésta tiene claro que el futuro de Sophia no está en los libros sino entre la chatarra y los contenedores de la basura, igual que el suyo. Cree que estudiar no va a sacar de nada a la niña y que eso “es para los ricos”. La tutora intenta hacerle ver que en este país la educación es obligatoria y gratuita hasta los 16 años y que si esto se incumple, los servicios sociales tienen que intervenir. Entonces Sophia va al colegio durante unas dos semanas y después, vuelta a faltar y vuelta a empezar… 

La última semana que la niña asistió a clase estaba rara, tenía mal color, se mareaba y tenía nauseas. La tutora le preguntó si dormía bien, si comía, si descansaba o si sabía de qué podía venir su malestar. Sophia sabía que podía confiar en su tutora ya que muchas veces habían hablado y además en ocasiones le había prestado dinero para llevar a casa, así que tragándose la pena y la vergüenza la niña le dijo  que alguien en su casa le había forzado y que  se había quedado embarazada.

A partir de aquí los servicios sociales se coordinaron con el colegio y la familia para  asignarle un profesor  a Sophia  y que acabara la ESO  así como una educadora que le preparara para su futura maternidad. No fue fácil ya que la familia seguía sin ver la necesidad de que estudiara o de que se preparara para ser mama. 

Ahora este es el panorama de  la  criatura: 15 años, madre, violada, ama de casa y con una titulación de ESO casi casi regalada.

Creo que es un caso muy complicado de valorar porque influyen muchos factores: la situación económica y  social de la familia, sus marcadores culturales, su manera de ver la vida,  su estilo de vida…

Peeeeeeeeero, a pesar de su cultura, de la circunstancia económica y de todos los factores  externos, internos o de donde procedan, mientras alguien sea menor y no esté preparado ni para decidir ni para defenderse, los adultos no podemos disponer de ellos como nos de la real gana, no podemos abusar de ellos ni laboral ni físicamente,  por favor que parece que estamos locos.

Oye  igual soy rara, si es así  me lo decís, pero  yo pensaba que lo que toca con catorce años es estudiar, compartir tareas de casa pero no cargar con la responsabilidad (y si  tiene que ser así que sea en momentos y temporadas puntuales) salir, conocer gente, divertirse, jugar, si jugar, más o menos  tomarse el pulso y comenzar a dibujar su proyecto vital a la vez que comienza a pensar en las estrategias para ir encaminándose hacia ese futuro, pero claro si los adultos le hemos impuesto su futuro casi desde la cuna, pues apaga y vámonos.


No quiero jugar al victimismo pero comparando las oportunidades  actuales de  Sophia con las del resto de niñas de su edad ¿Qué futuro le espera a esta cría, que oportunidades tiene de desarrollo o de perseguir sus sueños? Que no te pase nada pequeña…


Ah!! ¿y con el listo del violador que  bien sabe que juega con la baza de que ni la niña ni la familia le van a delatar? Pero este otro tema que del que hablaremos en otros post…

En fin que esta vez le quiero dedicar mi post y regalarle una flor a todas las personas que no tienen capacidad de decisión porque otros hemos decidido decidir por ellos…

Un saludo y muchas gracias a todos lo que nos leéis y además, comentáis!!!


martes, 9 de octubre de 2012

Dichoso tu que te quieren


Mi escoba lleva casi un año trabajando en una residencia de mayores, eso a lo que antes se le llamaba geriátrico y “más antes” asilo.  Ya sabéis que mi escoba es muy sensible y en muchas ocasiones no puede evitar “traerse el trabajo a casa”. A veces  hablando de lo humano y lo divino me cuenta muchas cosas de su resi y por eso yo ya sé algo de lo que es la vida en un geriátrico.  Sé, por ejemplo, que la vida allí no es fácil. Cuenta mi escoba que todos y cada uno de los residentes viven esperando. Esperando a que vengan a verles, esperando al fin de semana para salir con su familia, esperando a las vacaciones para que vengan los nietos, esperando a que suene el teléfono para hablar con sus hijos, esperando, esperando… y gestionar la espera no es fácil.

Cuando uno lo ve desde fuera, no puede imaginar lo importante que para los residentes la  visita y la compañía de su familia. A medida que pasa el tiempo sin que nadie les vea sus rostros se vuelven más inexpresivos y sus ojos se pierden más en la distancia.

Mi escoba me contó que cuando la semana pasada Bernardo se despidió de su hija con un gran abrazo y un sonoro beso, éste se dirigió al comedor de la residencia con una gran sonrisa. Fue entonces cuando una de las residentes, Juana, se le acercó y mirándole con una profunda pena, le dijo:
-Dichoso tú que te quieren. A mi hace meses que ninguno de mis hijos viene a verme.
Bernardo sonrió y le contestó:
-Cierto, mis hijos me quieren mucho y vienen a verme casi cada tarde. Seguro que tus hijos también te quieren pero no tendrán tiempo de venir…ya sabes, tendrán que trabajar y cuidar de sus familias.
-Seguramente sea eso, el trabajo, los niños…

Y con paso lento y la mirada  perdida  Juana  buscó la compañía de una de las auxiliares  para ir al comedor. Mi escoba  iba también por el pasillo y cuando llegó a su altura, escuchó como Juana le preguntaba a la auxiliar que le acompañaba:

-¿Tienes hijos?

-Si, contestó la auxiliar. Dos niñas.

-¿Y las ves?

-Claro Juana, las veo todos los días. Son pequeñas y aun viven conmigo.

-Dichosa tú que te quieren. A mi hace meses que ninguno de mis hijos viene a verme…

-La auxiliar acarició con ternura la blanca cabeza de Juana y en voz bajita le dijo: Seguro que tus hijos también te quieren pero no tendrán tiempo de venir…ya sabes, tendrán que trabajar y cuidar de sus familias.

Seguramente sea eso, el trabajo, los niños…Y con paso lento y la mirada  perdida Juana y la auxiliar siguieron caminando hacia el comedor.

Creo que a veces nos falta cierta sensibilidad con las personas que tenemos internas en una residencia o que son mayores y viven solas. Es cierto que a los familiares en muchas ocasiones nos falta tiempo hasta para respirar, pero es que a los residentes lo que les sobra es tiempo, tiempo para esperar… No quiero con esto hacer sentir mal a nadie pero mi escoba me asegura  que cuando llegan las horas de las visitas, las miradas de todos los residentes se clavan en la puerta de entrada…para ver si hoy si, vienen a verles. 


sábado, 22 de septiembre de 2012

Hablemos del cáncer de mama o hablemos del cáncer de mamá


Este mes mi escoba está especialmente triste. Ya sabéis cómo es ella para sus cosas así a que cuando le veo así de seria, le pregunto un par de veces y si no obtengo respuesta espero a que “suelte por esa boca”. Finalmente la semana pasada  soltó:

              -Hablemos del cáncer de mama- me dijo.
              -¿De cuál, del cáncer de mama o del cáncer de mamá?
              -De los dos…

A mi madre le diagnosticaron cáncer de mama hace algo más de un año y desde el principio aceptó bien su enfermedad. Mi madre no es una mujer mayor, es optimista y siempre ha enfrentado las cosas desde la paciencia y la serenidad pero mi escoba no fue capaz de verlo así y mientras mi madre iba a sus grupos de apoyo y se rodeaba de un entorno que le entendía y le arropaba, mi escoba se alejaba de ella como si no entendiera que contraer un cáncer no se puede elegir.
Desde que nos dieron el diagnostico mi escoba nunca ha sido capaz de enfrentar la situación ni de hablar del tema.
Yo entiendo que es muy doloroso que a tu madre le diagnostiquen cáncer. En España se diagnostican 22.000 nuevos canceres de mama al año. La verdad es que es una cifra que jode pero si el cáncer se lo diagnostican a tu  madre, evidentemente, te jode más. Primero porque madre “no hay más que una” y segundo porque en esta vida lo que menos quieres es ver sufrir a los tuyos.  Pero gestionar mal el dolor puede hacer aun más daño al enfermo…
La vida viene como viene y en esto de las enfermedades, tienes las mismas posibilidades que el resto del mundo que te toque. Y eso a mi escoba le cuesta entenderlo.Pero bueno, el que se decidiera a hablar del tema ha sido un gran paso.

 -Yo sé que no he estado  a la altura, sé que no he dado todo lo que debía y que me escondido en mi papel de escoba para no enfrentarme a lo que la situación pedía que era estar ahí acompañando y dando fuerza. Ahora lo sé. Pero ahora no sé si ella querrá  aceptarme.

- ¿Cómo no te va a querer aceptar? Está deseando que estés a su lado y lo necesita tanto…

-¿Cómo lo sabes, te lo ha dicho?

- No  hace falta. Sólo tengo que ver como te mira.

- Me ha hecho falta mucho tiempo para aceptar su enfermedad, tú me entiendes ¿verdad? Yo no tengo un carácter fuerte como vosotros.

- Yo puedo entender tu pena pero entiende tú cómo se queda cuando llega de la quimio y te marchas porque no soportas verla. Entiende cómo sufre cuando en los días en que no se puede levantar,  tú ni te acercas a su habitación.
La que padece la enfermedad es ella y es quien debe hacer el mayor esfuerzo, pero no puede hacerlo sola. Los demás debemos apoyarle y no hacer que, además,  se sienta culpable. Hay momentos en la vida en los que hay que crecer de golpe, aunque sea injusto. Hay momentos en los que no vale el “no puedo enfrentarme a esto”. Somos más fuertes de lo que pensamos aunque el camino para conseguirlo no sea fácil.

Las medicinas no lo curan todo. En los momentos duros de una enfermedad, el acompañamiento, los cuidados y el cariño del entorno alivian tanto como un fármaco ¿Qué pasaría si todos hiciéramos lo mismo que tú, si todos nos hubiéramos escondido?

No me contestó. Bajo los ojos, lloró y después me abrazó.

-Menos mal que vosotros no habéis hecho lo mismo. Menos mal que habéis estado a su lado. No sé  cómo voy a recuperar todo este tiempo y no se como voy a ganarme de nuevo su confianza.

- No tengas miedo. Ni la enfermedad ni el dolor le han cambiado, bueno algo si. Ahora es mucho más fuerte, más relativa y ve la vida desde una óptica más positiva. Ahora disfruta hasta el último minuto del día y ha decidido ser feliz hasta el final, llegue cuando llegue. Dice que a nuestro lado la felicidad estaba muy cerca pero que antes de la enfermedad, le costaba más verla.

Las últimas revisiones nos han dicho que el cáncer está prácticamente curado. En nuestro país el 80% de los canceres de mama se curan. Afortunadamente el de mi madre también. Reconozco que el camino no ha sido fácil ni para ella ni para nadie pero entre todos lo hemos conseguido.
Hoy, aunque el día oficial del cáncer de mamá es el  19 de octubre, quiero dedicar esta entrada a todas las mujeres que han padecido y padecen este mal. A las que se han curado y a las que no.
Quiero dedicar esta entrada a todas las personas que decidieron no dejarlas solas y “se hicieron fuertes” para 
cuando ellas flaquearan.
Quiero dedicar esta entrada a las muchas personas, asociaciones, colectivos que luchan día a día por combatir la enfermedad,  por sensibilizarnos en la prevención y en la desdramatización de la enfermedad.
Y finalmente, quiero dedicar esta entrada a mi escoba, porque yo sé lo mucho que le ha costado superarse,  hacer las paces con la vida y hacer las paces con ella misma.

Os dejo algunas direcciones de interés, muy  interesantes


Y como creo que el humor es necesario en todas las ocasiones os dejo con una de las chirigotas de Cádiz del carnaval de este año que habla del cáncer de mama. Veréis que cosa más bonita y más respetuosa. Todo un canto a la fuerza y a la valentía. Disfrútenla amigos.



domingo, 16 de septiembre de 2012

Gracias por elegirme


Cuando compré mi escoba hace ya un año, jamás pensé que íbamos a barrer tanto y tanto rato. Mucho menos podía imaginar que sobrepasaríamos las 10.000 visitas a nuestro blog. 
Para mi es una pasada ver como cada semana estáis ahí.

No quiero pecar de ñoña ni de discurso cursi pero no imagináis lo bueno que es para el alma sentirse “escuchada” (bueno, en este caso “leída”).

Os  quiero dar la gracias a todos y cada uno de los que, en vuestro frenético mundo, me hacéis un hueco en vuestra vida para que reflexionemos juntos.



Vivimos en la era de la comunicación. Las fuentes de información y de opinión jamás habían sido tan accesibles y tan numerosas. Y mi escoba y yo estamos ahí, en mitad de toda esa masa informativa… ¡y nos leéis! Qué pasada.


Esta semana con vuestro permiso quisiera celebrar los 10.000 click que barriendoporlosrincones ha conseguido.  En realidad no sé si esta cifra  para un blog es poca o mucha pero a mi me parece una cantidad más que aceptable para alguien que nunca se planteó escribir y para quien un blog eran muchos folios juntos… (luego ya supe diferenciar entre block y blog)


                                                                              … y como “es de bien nacidos ser agradecidos”  no encuentro mejor manera de daros las gracias que robándole a Los Secretos el título de una  de sus canciones.

Pensándolo mejor, les voy a robar el título y la canción entera. Os paso el video que grabaron hace ya unos añitos (2008) en las Ventas y en el que los rockeros reconoceréis a gente que nos ha hecho dar muchos saltos.
                                                                                                                ¡Gracias por elegirme!