La mañana del 6 de julio Sandra se duchó y se puso
especialmente guapa. Después hizo
su maleta y cuando acabó, encendió un cigarro y se miró al espejo. “Estoy
soberbia, palante”.
Aquella fue la última vez que Mario supo de ella. Cuando se
levantó lo único que encontró fue la carta que Sandra le había dejado encima de
la mesa de la cocina. A continuación, os transcribo la parte que llegó a mis
manos. (Mi escoba la encontró hecha un gurruño mientras barría el suelo de su
cocina).
Yo sé que estas cosas de coger gurruños de los demás no se
deben hacer pero mi escoba dice que si
es por una buena causa pues que se puede perdonar. Y también dice que la buena causa es escribir
un post rapidito dedicado a todos aquellos que no tienen claro el significado del verbo querer…
Yo con mi escoba a muerte.
Esto es lo que llegó a mis manos:
“Si no te importa
no me hagas girar alrededor de tu universo sin
pensar que yo también tengo el mío.
Y si no tienes inconveniente
rompe tu código no pactado que determina que en nuestra relación, el
importante eres tú. ¿De qué…?
Una tercera cosita
no me protejas
como si yo no tuviera mis propias armas, me defiendo sola.
Y una cuarta
no hables, no pienses y no actúes
por mí. Por favor, en mi
autodeterminación, mando yo.
Un consejo más
No vivas mi
vida. Si no te importa, me gustaría
hacerlo a mí que para eso es mía.
Además de todo esto me gustaría añadir algunas otras cosas que llevo guardadas
y que no me he atrevido a decirte:
No
hace falta que me enseñes de todo, ya
aprendo de todo lo que la vida me da.
No
necesito que me digas lo que me tengo que poner o cómo me tengo que maquillar,
tengo espejo y un estilo propio.
No quiero
tu asesoramiento sobre si mis amigos.
Les tenía antes de encontrarte a
tí y tengo claro qué amistades quiero tener.
No me vas a modelar a tu gusto,
porque me gusta el mío. Yo no soy tu obra.
Pero sobre todo,
No me tomes el
pelo y me digas que lo haces por mí porque
por mí no lo haces. Lo haces por ti, porque te creces conmigo. Y porque yo te lo he permitido … hasta hoy.
Resumiendo:
Ten claro que querer no es
poseer y recuerda que por encima de mí,
solo estoy yo.
Así que, en vista de que estoy
hasta el gorro de que nubles mi existencia, he decidido una cosa: Que te den.
Firmado: Una nueva Sandra.”
Pues si que estaba harta, si. Pero todo esto que le escribió
¿por qué no se lo dijo? No sé, igual si
que lo había hecho…En fin, yo esta tarde voy a hablar seriamente con mi chico
para ver si tiene algo que decirme no vaya a ser que el paquete de folios que
compró ayer en el super tenga alguna finalidad que yo desconozca…glup.
Yo creo que no estoy
haciendo nada de lo que ponía en la carta pero nunca se sabe, a veces hago
cosas que sin querer hace la puñeta a
los demás pero si no me las dicen no las puedo modificar…¿no?
Joooodé, que complicaditas son las relaciones humanas pero a
la vez, qué alucinantes.
En fin, hasta otra y buen verano!
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