
Hoy me meto en Internet y
encuentro todo lo que busco, las noticias me llegan al móvil, cojo mi mando y
me paso horas haciendo zapping por los cientos de canales que tengo a mi
disposición. Bueno a veces encuentro lo que busco y muchas otras veces llegan
hasta mí cosas que ni busco ni me interesan, ni me convienen…
Hasta ahí bien. Pero me gustaría ir un poco más allá:
Ahora tenemos cientos de vías informativas que no olvidemos que son
empresas y que necesitan mucho mucho “consumidor” de su “producto” para poder
ganar dinerito. Para que un medio
sobreviva necesita muchos muchos lectores, oyentes, videntes, internautas…en
definitiva, que llega la guerra de las audiencias ( o eso creo yo) y en esa
guerra de audiencias también incluyo el cómo se nos muestran las noticias
cotidianas.
Hoy estamos demasiado acostumbrados ver tantas escenas reales llenas de
violencia y crudeza que llega un momento en que me muestren la escena que me
muestren, acabo por no inmutarme…tal vez si es de algo que ha pasado “cerca”
parece que el estomago hace el amago de encogerse pero de verdad que me cuesta
cada vez más, que las escenas que veo me sobrecojan.
Si hago un poco recuento de las imágenes tomadas de la realidad puedo
recordar a jóvenes incendiando a indigentes en un cajero, zapatos desperdigados de las victimas de
cientos de accidentes de coche, escenas
de guerra, bebes tirados en las carreteras a los que nadie socorre, numerosas
imágenes de maltrato animal, un buen numero de escenas de violencia de genero, vandalismo a discreción en eventos deportivos,
atracos, persecuciones, testimonios de personas que lo han perdido todo, catástrofes
naturales y un etcétera lamentablemente extenso de malas noticias.
A partir de aquí, a mí me gustaría reflexionar acerca de esto porque
hay algo que no me encaja: entiendo que las tecnologías están para que la información
sea cada vez más rápida, más exacta y más veraz pero cuando una imagen cruenta
la veo cien veces, creo que bajo esta mascara de veracidad se esconde cierto
morbo y cierta intención de subida de audiencia y sigo manteniendo que si una
noticia me impacta la primera vez que la oigo o que la veo, cuando me la
ofrecen veinte veces en todos los canales, la verdad, me suena a ruido de
fondo. Y eso no es bueno. No es bueno porque me hago inmune al dolor de los
demás y a lo que pasa a mi alrededor. Y luego está el hecho de que la misma imagen
según en que medio la vea o la escuche tiene diferentes lecturas y como no he
estado allí para contrastarlo pues no se
cual es la versión más objetiva.
Uff, que complicadito es todo…
A lo que vamos: que a mi me cuesta mucho mantenerme informada de otras
cosas que no sean mismas noticias que me
ofrecen diariamente los medios y que tienen muy clara su intención de “modelar” mi pensamiento.

Primero
Ser fiel a dos o tres medios -
los más neutrales y objetivos que encuentre- para que las mismas noticias no me
saturen y maten mi sensibilidad.
Segundo
Ser crítica (que no criticona) y
no creerme todo lo que me cuenten…
Y tercero
No olvidar que este mundo de las tecnologías de la información es
alucinante y está a mi disposición siempre y cuando yo las utilice a ellas, no
ellas a mí.