domingo, 22 de septiembre de 2013

Es como si en lugar de vivir, desvivieras.

Cuando el Alzheimer  se mete en tu cuerpo y se instala en tu cerebro, saca su goma de borrar y con absoluta precisión comienza  a trabajar (generalmente sin prisa, pero sin pausa…) hasta que consigue que pierdas tu conciencia del yo.  Es irreversible e irrefrenable  (borra y borra y borra…) No hay quien le convenza de que una de las cosas más injustas que existen es que una persona pierda sus recuerdos (a todos los niveles) y se tenga que conformar con vivir en un presente que inmediatamente será olvidado.

             Es como si en lugar de vivir, desvivieras.


Y  por si esto fuera poco el señor Alzheimer va más allá: cuando llega a una familia, la invade. Invade al enfermo pero también a los que comparten su entorno. Llega un momento que todos son víctimas de esta progresiva enfermedad que igual que les deteriora a ellos, lo hace también con la calidad de vida de sus familiares.

Dice el informe mundial sobre Alzheimer 2013 que en  “2050 habrá 277 millones de enfermos de Alzheimer, lo que lo convierte en una epidemia”. (Pues vamos listos)

También dice el texto que “los gobiernos de todo el mundo deben priorizar políticas de salud pública para su control y tratamiento y aplicar debates nacionales urgentes sobre los futuros acuerdos del cuidado a largo plazo” (¿Os imagináis a los gobiernos de todo el mundo poniéndose de acuerdo  y priorizando políticas de salud pública? ¡Nada menos que públicas! Ni de palo…)

El documento plantea también la necesidad de aumentar diez veces ¡diez  veces! los fondos de investigación para revitalizar la labor de prevención de la demencia, el tratamiento y la atención. Una inversión que considera "esencial" para mitigar el impacto de la epidemia de la demencia global (Señores, tenemos un problema)

También habla de formar a los cuidadores de primera línea así como de aumentarles  las prestaciones para mitigar su carga de responsabilidad y de trabajo.

A mí el informe y su contenido me parece muy muy respetable pero creo que estamos ante una serie de advertencias que se van a desoír y una serie de peticiones que no se van a cumplir. (Ójala me equivoque)

Yo pongo la tele y lejos de escuchar que se va a invertir en investigación y políticas de prevención (fundamentalísimo) lo que  escucho es por ejemplo:

Que nos hemos gastado las pelas (8.000 millones de euros entre construcción de instalaciones y demás) en una candidatura fallida llena de errores desde su concepción hasta su ejecución.
Que los gastos de representación y protocolo en Buenos Aires para la defensa de dicha candidatura (personal contratado, actividades, estancias,  dietas, viajes de promoción…) sitúa el gasto por encima de los 84 millones de euros. (¿Qué necesidad de tanto?)
O
Que nos vamos a gastar los dineros en construir un Eurovegas  de 2.590 millones para que vengan los señores de todo el mundo a dejarse los cuartos (si vienen…) de los cuales 200 van a ser para expropiaciones…
O
Que nos hemos gastado los dineros públicos en aeropuertos, autopistas, polígonos industriales o instalaciones deportivas  “fantasmas” que nadie utiliza…
O




Que las ayudas de la ley de la  dependencias se están congelando y retrasando porque no hay dinero. (¿Tal vez porque mucho de ese dinero está en manos de otros y porqué otro mucho nos lo hemos gastado sin control?…)



O

Que La Unión Europea invertirá 25 millones de euros para investigar los factores que contribuyen al riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y que se están consiguiendo grandes avances en la investigación (algo bueno,  por fin…)

O
Que en este año 2013, se ha constituido un grupo de trabajo promovido por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imerso) y un Comité para la elaboración de la Estrategia Nacional de Enfermedades Neurodegenerativas, promovido por el Ministerio de Sanidad.
(Esto también es bueno, menos mal)

Pero  que

Las cifras rebasan la frontera de los 1,5 millones de personas potencialmente afectadas en España. Un estudio elaborado por la Ceafa establece que como media el coste anual, asciende a unos 30.000 euros, por lo que no hay más que multiplicar por el número de familias, resultando la increíble cifra de 45.000 millones entre costes directos e indirectos. (Esto ya no es bueno)

Resumiendo, que necesitamos  mucho dinerito para que nuestros enfermos y sus familias puedan vivir dignamente así que señores pensantes y resolutores, déjense de inversiones y construcciones faraónicas no sostenibles con resultados imprecisos e inseguros y vayamos a lo seguro. A controlar bien el gasto, a pensar  bien en qué gastamos y a tener muy controladito a todo aquel que tiene acceso a meter la mano en el arca. 

Yo en esto del Alzheimer no manejo presupuestos ni decido nada pero si manejo grandes dosis de paciencia y ternura que cada día intento que lleguen a cada una de las personas enfermas de Alzheimer y otras demencias con las que trabajo. A todos ellos, desde aquí mis respetos y las gracias por las grandes lecciones de vida que me dais día a día.



Un abrazo lleno de afecto y de respeto para todas las personas que de un modo u otro vivís de cerca la enfermedad de Alzheimer u otro tipo de demencia.






2 comentarios:

  1. Magistral Carmencita como siempre. Mua

    ResponderEliminar
  2. !!Gracias a ti por leerlo y comentar!! Es un honor para mi. De verdad gracias.

    ResponderEliminar